De para atrás
La rendición de cuentas de Santos, caracteriza su último año de mandato. El doble discurso. Hostilidad legislativa
@camachohernan
Tres son las características que identifican los años de gobierno del presidente Juan Manuel Santos: el ahondamiento de la conflictividad social, el incumplimiento de las metas de gobierno y su doble discurso.
Locomotoras de la “prosperidad” fueron llamadas las políticas que apalancarían el crecimiento económico y social del país en el cuatrienio del mandatario; pero los resultados de cada una de esas políticas son ínfimos. Los índices de pobreza son crecientes a pesar de las mediciones que poco o nada generan credibilidad. A un año de finalizar su mandato el país está como venía, mal.
Los balances de los dos primeros años de gestión auguraban una mejor preceptiva, es decir: nada podía ser peor y arrancar siempre sería bueno. Las palabras del ministro de hacienda de la época Juan Carlos Echeverry, señalaban que solamente falta destrabar el Estado para la inversión de recursos que haría realidad las promesas de campaña. Pero todo falló y la cuenta regresiva para la terminación del mandato corre en su contra.